martes, 31 de marzo de 2020

FILOSOFÍA GRADO 11º - DOCENTE: JAIME AYALA BENITEZ (GRUPOS 11 - 5 / 11 - 6 / 11 - 15 / 11 - 16 / 11 - 17)


EL PENSADOR


Estimados estudiantes, futuros graduandos Inemitas:

Me da un enorme gusto saludarlos y darles la bienvenida a este nuevo curso virtual que nos va a posibilitar dar continuidad a nuestro proceso, en este su último año escolar.

El colegio Inem, frente a la situación actual de aprendizaje en casa en condición de aislamiento, les ofrece mediante esta herramienta estrategias de aprendizaje que solo será posible adelantar con la participación y el compromiso de todos ustedes mediante la puesta en práctica de nuestro principio institucional de la autonomía.

La base de nuestro trabajo en todo momento será siempre el dialogo, por esta razón espero que todos contribuyan a enriquecer este trabajo con sus aportes y que no duden en plantear sus inquietudes al correo: j.ayalainem@gmail.com

Tenemos aún muchos retos, sabemos que no todos tienen acceso a la tecnología en casa o no cuentan con conectividad, pero no se preocupen, estamos atravesando una situación en donde por sobre todas las cosas esta la vida, luego ya veremos cómo lo resolvemos. Mientras tanto practiquen las acciones de cuidado y auto-cuidado que se requieren para preservar la propia y la de los demás, acojan las condiciones de aislamiento requeridas para poder impactar la velocidad de propagación, conviertan su hogar en un entorno seguro y protegido, tomen decisiones para hacerle frente y conviertan esta experiencia en una oportunidad que reestructure el sentido de sus vidas. Tengan la certeza que con la ayuda de Dios, vamos a recuperar en un futuro cercano, la normalidad de nuestras vidas.

A continuación relaciono las actividades que deben desarrollar:

Actividad virtual 1 


Observa con atención el siguiente vídeo:  




FILOSOFÍA MEDIEVAL

A diferencia de lo que había ocurrido con la filosofía antigua, que había centrado su reflexión en torno a la determinación de la realidad, la filosofía medieval centrará su interés en Dios. A lo largo de los primeros siglos de nuestra era, la progresiva expansión del cristianismo irá provocando la aparición de otros modelos de felicidad o "salvación individual", que competirán con los modelos filosóficos. 

Frente a la inicial hostilidad hacia la filosofía manifestada por algunos de los primeros padres cristianos, sus continuadores encontrarán en esta, especialmente a partir del desarrollo del neoplatonismo, un instrumento útil, para intentar comprender, los misterios revelados. Surge de ahí una asociación entre filosofía y cristianismo o, más en general, entre filosofía y religión, que pondrá las bases de la futura filosofía medieval, entre los cristianos, los musulmanes y los judíos. La fe, que suministra las creencias a las que no se puede renunciar, tratará de entrar en diálogo con la razón. 

San Agustín de Hipona



Los pensadores cristianos encuentran en el pensamiento de Platón algunas coincidencias que les animan a inspirarse en dicha corriente filosófica para justificar, defender, o simplemente comprender su fe. Entre ellas, merecen destacarse el dualismo platónico, con la distinción de un mundo sensible y un mundo inteligible o de las ideas; la existencia del demiurgo, entidad "configuradora" del mundo sensible, (lo que, para los cristianos, lo acercaba a la idea de "creación"); y la idea de Bien, como fuente de toda realidad y de la trascendencia de Dios.

También respecto al hombre, la afirmación de su composición dualista, alma y cuerpo, y la afirmación de la inmortalidad del alma se consideraron apoyos sólidos para la defensa de las creencias cristianas; pero también la afirmación platónica de un juicio final en el que se decide el posterior destino de las almas

La razón y la fe

No hay una distinción clara entre razón y fe en la obra de San Agustín, lo que marcará el desarrollo de todo su pensamiento. Existe una sola verdad, la revelada por la religión, y la razón puede contribuir a conocerla mejor. "Creer para comprender", es una clara expresión del predominio de la fe; sin la creencia en los dogmas de la fe no podremos llegar a comprender la verdad acerca de Dios y todo lo creado por Dios, lo que supone una clara dependencia de la filosofía respecto a la teología.

El conocimiento

San Agustín reafirma la necesaria certeza de la propia existencia: ¿puedo razonablemente dudar de mi existencia, aun suponiendo que todos mis juicios estuvieran siempre equivocados? No, dice San Agustín, ya que aun en el caso de que me engañase no dejaría de existir. 
Las ideas se encuentran, pues, en la mente de Dios. ¿Cómo se alcanza el conocimiento de las ideas? Dado su alejamiento de lo sensible, realidad en la que se encuentra el hombre, las ideas sólo se pueden conocer mediante una especial iluminación que Dios concede al alma, a la actividad superior de la razón. El verdadero conocimiento depende, pues, de la iluminación divina. ¿Cómo interpretar esta iluminación? Según la llamada interpretación ontológica la iluminación significaría que el alma contempla directamente las ideas o esencias en la mente divina. 

También encuentra a Dios en el interior del hombre, a donde San Agustín acostumbra a dirigirnos para encontrar en nosotros la verdad. Es precisamente por ese camino por el que vamos a encontrar la que suele considerar con propiedad la demostración de la existencia de Dios a partir de las ideas o verdades eternas: el fundamento de tales verdades inmutables no puede estar en las cosas creadas, que son cambiantes, sino que ha de estar en un ser inmutable y eterno, a su vez, es decir, en Dios.

Respecto al problema de la existencia del mal en el mundo (si Dios es la suma bondad ¿por qué lo permite?) la solución se alejará del platonismo, para quien el mal era asimilado a la ignorancia, tanto como del maniqueísmo, para quien el mal era una cierta forma de ser que se oponía al bien; para San Agustín el mal no es una forma de ser, sino su privación; no es algo positivo, sino negativo: carencia de ser, no-ser. Todo lo creado es bueno, ya que el ser y el bien se identifican.

Santo Tomás de Aquino



Santo Tomás se encontrará con un relativamente amplio desarrollo del pensamiento filosófico (aún al servicio de la fe) y con una nueva explicación de la realidad (el aristotelismo) que se había desarrollado en Europa. Romperá también con la tradición al adoptar una nueva postura respecto a las relaciones entre razón y fe. La filosofía no será concebida ya como la simple "criada de la teología". 

Es cierto que la verdad es una, pero para Sto. Tomás no es menos cierto que la razón tiene su propio ámbito de aplicación, autónomo, dentro de esa verdad única, al igual que ocurre con la fe. Y, cada una en su dominio, es soberana. Establece, pues, una distinción clara entre razón y fe, entre filosofía (dominio de la razón) y teología (dominio de la fe) tanto en virtud de su método, como por su objeto de estudio y su ámbito de aplicación. Pero tampoco excluye la colaboración entre ambas, y aún una cierta sumisión de la razón a la fe en las cuestiones en que la razón no pueda definirse.

Recuperado de: https://www.webdianoia.com/filosofia/medieval.htm

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE


1. Busca el significado de las palabras subrayadas

2. Define: “Cosmocentrismo” y “Teocentrismo”

3. ¿Cuál es el acontecimiento que marca la ruptura entre la antigüedad y la edad media?

4. Según el texto ¿Qué estudia la Teología? 

5. ¿Fue San Agustín el primer teólogo de la historia?

6. Nombra las coincidencias que hay entre el pensamiento platónico y el cristianismo

7. ¿De qué manera San Agustín reafirma la necesaria certeza de la propia existencia?

8. Establece las diferencias entre el pensamiento Agustiniano y el Tomista (Sto. Tomas) 

9. Explica la manera como San Agustín explica la existencia del mal en el mundo

10. Define: Tomismo Aristotélico



Entregable


Deben enviar evidencia del trabajo realizado al correo j.ayalainem@gmail.com antes del 29 de Mayo de 2020. Se les recomienda dosificar bien el tiempo, pues tienen 6 semanas para desarrollarlo. Al enviar el correo recuerden escribir en "asunto" nombre completo y grupo.